innovación para el desarrollo equitativo
Connacionales en el exterior
¿Qué tan significativa y estratégica puede resultar la participación y el respaldo de los connacionales en el exterior en el desarrollo económico y social de América Latina? Todo hace suponer que puede y es muy probable que debe ser extraordinariamente importante. Ya nadie discute que las remesas se han constituido en la principal fuente de ingreso neto de divisas para muchos países de la región y en un poderoso instrumento de redistribución del ingreso y de equilibrio en el desarrollo regional.
No debe perderse de vista que las remesas son en esencia salarios y, por lo tanto, se dirigen fundamentalmente a respaldar el consumo básico de los familiares, aunque es cierto que la estructura comienza a modificarse y que el destino de las aportaciones adicionales de los emigrantes en el exterior tienden a contribuir de manera creciente a la generación de actividad económica local
Al incrementar las remesas la capacidad de gasto de grupos sociales de ingresos bajos, se beneficia en forma indirecta a quienes producen y satisfacen esta demanda adicional. La transferencia permite que se suscite el fenómeno especialmente favorable de que una población que reduce sus niveles de empleo, no disminuye, sin embargo, su capacidad de compra. En razón de este efecto, las remesas contribuyen, de manera indirecta pero sin duda significativa, a la generación de actividad económica y a la captación de recursos fiscales, factor que viene a incrementar el carácter prioritario del fenómeno migratorio a nivel nacional.
El importe de las remesas que se canaliza en forma directa hacia proyectos productivos es relativamente modesto, sobre todo al considerar que su potencial es enorme. Pero es evidente que este potencial no se va a convertir en realidad con planteamientos simplistas y esquemas convencionales. Los connacionales en el exterior exigen planteamientos que tomen en particular consideración sus principales preocupaciones.
¿Cómo asegurar que las iniciativas beneficiarán no sólo a sus estados (departamentos) y municipios, sino en particular a sus familiares y a sus comunidades de origen? ¿Cómo garantizar que los recursos se utilizarán con absoluta transparencia y con racionalidad empresarial? ¿Cómo asegurar que los proyectos de inversión tendrán una adecuada sustentación técnica y una clara viabilidad económica y financiera? ¿Cómo asegurar que los protagonistas y beneficiarios principales, sean los habitantes del municipio, de la Delegación o de la comunidad de origen? ¿A través de qué mecanismos los proyectos se traducirán en un incremento efectivo de los niveles de bienestar e impulsarán el desarrollo económico local de sus municipios y comunidades de origen? ¿Cómo asegurar que se dispondrá de la capacidad de gestión para operar con eficiencia y rentabilidad las nuevas unidades productivas? ¿Cómo garantizar que en la ejecución y operación de los proyectos, se dispondrá de manera adecuada y permanente de los servicios de apoyo empresarial? Estos son algunos de los cuestionamientos cuyas respuestas satisfactorias seguirán condicionando la canalización de recursos de connacionales en el exterior hacia proyectos productivos en el país.
La Metodología IDEQ extiende la acción de fomento hacia la comunidad de connacionales en el exterior, pero en particular hacia aquellas jóvenes que nacieron o se formaron en EE.UU. o la Unión Europea, y que están integrados o decididos a integrarse cultural y económicamente a la sociedad y la realidad norteamericana o europea. En esta argumentación se hace referencia a ellos como jóvenes connacionales en el exterior.
Los complejos productivos que promueve la Metodología IDEQ adquieren su carácter binacional a partir del reconocimiento de que resulta perfectamente viable y sin duda aconsejable establecer una alianza estratégica con los connacionales que habitan en el exterior, en particular en los EE.UU. y la Unión Europea, y sobre todo con las jóvenes de origen latino de segunda y tercera generación, en virtud de las consideraciones que se comentan a continuación:
Por supuesto no se propone dejar de promover el vínculo con la población de emigrantes nacidos en América Latina que de manera legal o ilegal radican en los EE.UU. Se trata de un “Además de” y no de un “En lugar de”. Tampoco se propone debilitar la relación con los clubes y federaciones de oriundos. Se recomienda por el contrario fortalecer significativamente la relación con las organizaciones de los connacionales en el exterior, que agrupan en efecto a millones de trabajadores en el exterior.
Desde luego tampoco se subestima la importancia de los emigrantes connacionales que han desarrollado cierta capacidad y experiencia empresarial y que están dispuestos a efectuar inversiones directas en sus comunidades o regiones de origen. Convendría reconocerse, sin embargo, que inversionistas de este tipo son relativamente pocos, que la mayoría ya mantiene contactos regulares con las autoridades locales y que, por lo general, gestiona respaldos preferenciales por conducto de sus clubes de oriundos, y sobre todo de sus federaciones, donde tienden a distribuirse las posiciones directivas. Estos inversionistas continuarán en su propósitos de concretar negocios y tal vez lo único que podría recomendarse a las autoridades sería el de no otorgarles ventajas y tratamientos deferenciales cuando no haya disposición a extenderlos a los emprendedores locales, que permanecieron en su país, los que debieran tener, al menos, los mismos derechos. Sería grave que en una intención de no otorgar un trato discriminatorio a los emigrantes, los gobiernos terminaran discriminando a los ciudadanos locales.
La población de origen latino en Estados Unidos que está formalmente establecida ascendía a casi 40 millones (de un total de más de 50 millones) según datos del Pew Hispanic Center, los que disponen sin duda de mayores defensas para afrontar situaciones de crisis que los trabajadores emigrantes indocumentados y, en ocasiones, que los mismos anglosajones, en virtud no sólo de su situación regular, sino también del prestigio que han conseguido construir como trabajadores esforzados, eficientes y creativos. También es cierto que el ingreso promedio y el nivel de escolaridad de los binacionales es considerablemente superior al promedio que registran los emigrantes de más reciente incorporación, que son justo los que concentran la transferencia regular de remesas.
Debe señalarse, sin embargo, que los connacionales binacionales en el exterior establecidos legalmente, en contraste con los trabajadores emigrantes indocumentados, están mucho menos dispuestos a efectuar donaciones y aportar recursos para co-financiar obras públicas de beneficio comunitario. Los binacionales están, eso sí, más dispuestos a, y en mejores condiciones de, colocar recursos en posición de riesgo con un propósito particular de negocio en aquellos proyectos productivos en América Latina cuyos supuestos de viabilidad y expectativas razonables de rentabilidad lo justifiquen.
Por supuesto, sólo aceptarán destinar a este propósito una parte minoritaria de sus ingresos y/o de sus ahorros, al menos en un principio. No obstante lo cual el importe potencial puede alcanzar cifras impresionantes tomando en consideración que los binacionales son más de cuatro veces el número de emigrantes que envían remesas y de que disponen de ingresos regulares significativamente superiores.
Los proyectos de inversión dependen en su formulación de las relaciones que prevalecen entre los protagonistas principales que administrarán su instrumentación y operación. Si ignorar este principio es riesgoso en las zonas urbanas de gran experiencia industrial, mucho menos debiera olvidarse en las comunidades rurales o marginadas de escasos recursos en América Latina, en que el patrimonio que aportan las participantes locales no lo constituye casi nunca propiedades inmobiliarias o bienes muebles, o valores tradicionales; sino que habitualmente se pone en riesgo un capital social, sin duda más importante, como el prestigio personal y la aceptación comunitaria o incluso los sueños y aspiraciones individuales, familiares, y en algunos casos comunitarios.
Es conveniente reconocer que la disponibilidad de recursos financieros a través del apoyo o la participación de los connacionales en el exterior, si bien es de significativa consideración, no es suficiente para que un proyecto de inversión productiva en los países de América Latina tenga éxito.
En efecto, encontrar soluciones al financiamiento de proyectos de inversión, a través de aportaciones de los connacionales en el exterior, de ninguna manera resulta suficiente para concretarlos con eficiencia y desde luego tampoco para garantizar una contribución efectiva al desarrollo local. Aún más, en algunos casos, como ya se ha mencionado, el respaldo financiero aislado puede resultar no sólo insuficiente sino hasta contraproducente. Otorgar recursos a quien produce o va a producir lo que no debiera o que vende o venderá donde tampoco debiera o que supone que gana cuando en realidad pierde, puede ser otra manera eficaz de aniquilar su actividad productiva y su iniciativa emprendedora para obtener mayor bienestar familiar. Se requiere sin duda de otras acciones de apoyo para que se obtengan beneficios perdurables y autosustentables como resultado de una actividad productiva-empresarial.
Lo más trascendente, sin duda, es que lo que se va a producir surja, a final de cuentas, como decisión efectiva y auténtica de la comunidad productiva. Los aliados emigrantes y las instituciones promotoras y de respaldo pueden sugerir e incluso proponer, pero de ninguna manera decidir, ni siquiera inducir. Debe ser siempre la comunidad la que tenga la última palabra.
La experiencia demuestra, por otra parte, que en Latinoamérica si los proyectos no son considerados como absolutamente propios por quienes los van a ejecutar y operar, al grado que estén dispuestos a llevarlos a cabo aún sin el apoyo de nadie, se genera un extraño sistema de anticuerpos sociales que no descansa hasta destruir los proyectos, a pesar de que los estén beneficiando. Es por ello de fundamental importancia que las productoras consideren que el Proyecto es de su exclusiva propiedad y que el éxito o fracaso del mismo lo comparten tan sólo con los jóvenes universitarios en su país y los jóvenes de origen latino radicados en el exterior que acepten participar en la iniciativa.
hace referencia a ellos
Si se piensa que la opción adoptada puede ser un error y que la causa se debe a falta de información, al desconocimiento de experiencias o a la carencia de capacidad técnica, entonces hay que allegarles información y el conocimiento de otras experiencias o bien proporcionarles la asesoría técnica que requieren, pero una vez que las productoras debaten y deciden sobre qué producir, entonces hay que apoyarlas incondicionalmente. Dejando siempre muy claro que el éxito será sólo de ellas, pero también lo será el eventual fracaso.
Sin lugar a dudas los emigrantes connacionales radicados en los EE.UU., Canadá y Europa, disponen de un poder de compra efectivo de magnitudes considerables e incluso superior en algunos países al de todos los que permanecieron en su país, y al destinar solidariamente una parte a la adquisición de bienes y servicios generados en su país de origen podría contribuir de manera significativa a justificar inversiones productivas y garantizar la indispensable sostenibilidad de los proyectos.
¿Bastaría, sin embargo, que los connacionales en el exterior aceptaran constituirse en el mercado único, para sugerir la elaboración de ciertos productos? Todo apunta a que de ninguna manera como criterio generalizado. No debe perderse de vista que la mayoría de los migrantes figura entre los estratos de menores ingresos en sus lugares de residencia y que las remesas y las aportaciones solidarias constituyen casi siempre un sacrificio, pues no se trata de recursos excedentes. Subsidiar indefinidamente, a través de un simple consumo de respaldo las nuevas actividades productivas, no parece ser una solución equitativa, permanente y tampoco inteligente.
La adquisición con sentido solidario puede ser un factor determinante de impulso, es cierto, sobre todo en las etapas iniciales de un negocio productivo, pero la única posibilidad de darle permanencia y perspectiva de crecimiento radica en la posibilidad de que el ejercicio de la acción de compra de los bienes elaborados en las comunidades de origen se convierta para los connacionales en el exterior en una decisión racional del gasto familiar; en otras palabras, cuando el producto disponible para los compradores solidarios constituye la mejor opción de consumo.
El Complejo Productivo Binacional que contempla la Metodología IDEQ, para impulsar el combate de la pobreza, orienta su oferta productiva durante la segunda fase hacia la exportación hacia los mercados de Norteamérica y Europa, en virtud de las siguientes ventajas particulares:
1.- Como ya se mencionó, en Estados Unidos y Europa, las comunidades de origen latino disponen de un impresionante mercado, integrado por los migrantes connacionales y los ciudadanos norteamericanos y europeos de origen latinoamericano. Tan sólo la capacidad de compra de los paisanos que tiene cada Estado o Departamento en la región podría justificar la activación de un número muy significativo de proyectos productivos.
2.- Los países de la Unión Europea disponen de un elevado nivel cultural que propicia la apreciación del arte popular y el reconocimiento de un esfuerzo productivo independiente y no asistencialista por parte de comunidades de bajos ingresos. Los connacionales radicados en Europa pueden constituirse, además, en un aliado estratégico para acceder a los nichos de mercado idóneos en sus lugares de residencia. Es decir, no sólo para comercializar los productos entre latinoamericanos, sino para promoverlos entre todo tipo de consumidores.
3.- América Latina dispone de un impresionante “Caballo de Troya” en la principal economía del mundo, tan impresionante como desperdiciado. Es muy probable que ninguna region del mundo despilfarre como la nuestra un bien tan preciado, una ventaja comparativa tan envidiable para los administradores públicos en verdad eficientes y visionarios y para los empresarios auténticamente emprendedores y competitivos. Millones de connacionales en el exterior continúan esperando la iniciativa de América Latina para transformar esta realidad.
Se ha previsto que en el Complejo Productivo Binacional se opere con índices de eficiencia y competitividad internacional, y que se mantenga como objetivo de mediano plazo que la comercialización se oriente hacia la exportación, en particular hacia los condados y ciudades de residencia de los connacionales establecidos en los EE.UU. y la Unión Europea. En el Documento de Sustento No. 9 se hacen algunas reflexiones sobre la importancia de la internacionalización para las pequeñas unidades productivas.
En este tipo de alianzas estratégicas, los actores locales (productoras y universitarias) aportarán básicamente el esfuerzo productivo y de organización y administración, y los jóvenes latinos en el exterior, el esfuerzo de comercialización para acceder a los nichos de mercado objetivo en sus lugares de residencia. Se trataría de proyectos conjuntos que eliminarían el efecto nocivo del asistencialismo, en el que se compartirían responsabilidades y esfuerzos y se dividirían las tareas en función de las ubicaciones, las especialidades y las respectivas capacidades competitivas.
Etapa 1
En la primera etapa del Proyecto se gestionará el apoyo de los connacionales establecidos en el exterior, quienes podrán respaldar el desarrollo del Complejo Productivo Binacional a través de las siguientes acciones:
a) Donaciones.- Son muchos los connacionales en el exterior que están conscientes del efecto perverso que en algunos casos tienen las remesas, que tienden a impulsar la dependencia y a estimular la inacción. Algunos familiares llegan a desechar la convicción de que son ellos quienes tienen que transformar su propia realidad y simplemente se “cuelgan” del familiar migrantes esperando que él resuelva todos los problemas de la familia.
Los connacionales en el exterior podrán efectuar donaciones con una mayor certidumbre de que su respaldo se canalizará racionalmente hacia el beneficio directo de sus paisanos en su estado o municipio, o incluso en su comunidad de origen. La UISE pondrá a disposición de los connacionales en el exterior una serie de alternativas de gasto e inversión específicas ofreciéndoles la oportunidad de señalar el destino específico de su respaldo financiero (adquisición de maquinaria, herramentales o bien de materiales e insumos, capacitación y asistencia técnica, elaboración de muestrarios, construcción y operación de observatorios, material promocional, campañas publicitarias, etc.)
b) Créditos.- Los connacionales en el exterior podrán otorgar respaldo crediticio a las productoras, efectuando directamente el pago de las adquisiciones al proveedor o transfiriendo los recursos o a la Sociedad Cooperativa a través de la Unidad Interdisciplinaria de Servicios Empresariales. En este caso se aplicaría una tasa de interés de hasta 10 veces el rendimiento que el migrante que aporta esté obteniendo por su ahorro o inversión en su lugar de residencia. De esta manera, el beneficio para los connacionales en el exterior sería más que evidente en tanto que las productoras del Complejo Productivo Binacional estarían asumiendo un compromiso de pago para con los aportantes del exterior con una tasa de interés preferencial equivalente al 20 ó 30% de la tasa que prevalece en el sistema bancario de América Latina, en el lejano supuesto de que hubiesen tenido acceso al crédito formal.
Líneas de contingencia.- Los connacionales en el exterior podrán apoyar a sus comunidades de origen en el financiamiento de su proyecto, por conducto del sistema de intermediación financiera y sin tener que efectuar erogaciones inmediatas.
Bajo este esquema el connacional formalmente establecido en el exterior que disponga de una cuenta de cheques o de ahorro en un banco norteamericano o europeo, podrá, de manera individual o colectiva, solicitar a su banco que, con base en su respectiva capacidad de crédito, proceda a abrir un línea contingente de respaldo a un determinado banco establecido en el correspondiente país latinoamericano para que, a su vez, otorgue un crédito sin garantías por un cierto importe a la Sociedad Cooperativa de Producción. El acuerdo contingente indicaría que si el beneficiario en el país latinoamericano no cumple con oportunidad con el pago de una de las amortizaciones del crédito con el interés implícito, podrá, el banco local acreedor, vía mecanismos de compensación, descontar de manera automática el monto no cubierto de la línea de contingencia del banco corresponsal en EE.UU. Como consecuencia, a partir del registro del eventual incumplimiento, el banco en EE.UU. o Europa procederá a abrir un crédito al connacional que respalda, en términos previamente acordados.
De esta manera, sin transferir recursos, los connacionales en el exterior podrán activar el financiamiento sin respaldo de garantía, para impulsar un proyecto productivo en su País, Estado o Municipio de origen, transfiriendo su capacidad de crédito no utilizada a familiares, amigos y/o paisanos de sus padres, y pudiera ser, si sus beneficiarios cumplen con sus compromisos de pago, que jamás tenga que efectuar el migrante transferencia de recursos o pago alguno derivado de su apoyo.
Conviene señalar que si el respaldo contingente cubre el 100 % del crédito y sus accesorios, se configuraría una operación sin riesgo para el banco y sin eventualidades que implique el registro de cartera vencida o provisión de reservas, lo que daría lugar a que se aplicara no una tasa de interés sino una simple comisión por servicios bancarios. considerablemente más favorable, la cual podría ser todavía inferior si se negocia con el banco intermediario el hecho de que se le otorga una garantía en divisas para respaldar una operación en moneda local.
Podrán los connacionales en el exterior obtener un efecto multiplicador interesante con su línea de respaldo contingente, si se concierta con un banco de desarrollo local, que otorgue, en una operación de financiamiento paralelo, su garantía por un importe similar al banco intermediario, con lo que se duplicaría el importe del crédito a la Sociedad Cooperativa de Producción para respaldar al Complejo Productivo Binacional.
La ganancia para los connacionales en el exterior podría provenir del propio Complejo Productivo al cubrirle una comisión equivalente al doble del rendimiento que le genera el ahorro o inversión en su propio banco local. Importe que de todas maneras sería muy inferior a la tasa de interés bancario y/o a las comisiones de garantía que prevalecen en América Latina.
d) Participación temporal en el riesgo.- Sin necesidad de participar como socios en el capital social de Sociedad Cooperativa, los connacionales en el exterior podrán aportar recursos con el objeto de cubrir parte de los requerimientos de capital de trabajo necesario para atender un pedido específico. La Unidad Interdisciplinaria de Servicios Empresariales desagregaría los correspondientes costos y expectativas de ganancias e invitará a los connacionales en el exterior a participar en el negocio, en el entendido de que inmediatamente después de efectuarse la cobranza respectiva, se les transferirían las ganancias correspondientes al porcentaje de su respectiva participación en el financiamiento del capital de trabajo.
ETAPA 2
En la etapa 2 la producción buscará orientarse también hacia los nichos de mercado de los lugares de residencia de los connacionales en el exterior. En esta fase se invitará a participar a las connacionales radicados en EE.UU, Canadá y Europa, como socios del Complejo Productivo Binacional.
Equipos de Promoción Comercial por Condado (EPC)
El proyecto binacional contempla la participación directa de los hijos e hijas de connacionales (radicados en el exterior, en particular en los EE.UU. y la Unión Europea, formando Equipos de Promoción Comercial por Condado, Ciudad o Club de oriundos (EPC), en la inteligencia de que la participación no implica compromisos de resultado alguno y la colaboración se da en los tiempos disponibles. Por supuesto el Proyecto pretende abrir también oportunidades de actividad laboral de tiempo completo o parcial para mujeres de la entidad correspondiente que ha emigrado y que afrontan serias dificultades para acceder a un trabajo decente bien remunerado.
La función principal de los EPC será la de promover las ventas de los productos del Complejo Productivo Binacional en sus respectivos condados o ciudades de residencia, en la inteligencia de que los ingresos de los integrantes de los EPC serán determinados por ellos mismos al precisar el importe de la comisión de promoción comercial que deberá aplicarse en cada operación. De esta manera la Unidad Interdisciplinaria de Servicios Empresariales señalará el precio de cada producto, puesto en el lugar de residencia del EPC, al que deberá agregarse el importe de promoción comercial respectivo. La venta se facturará de manera directa por la Sociedad Cooperativa y será la Unidad Interdisciplinaria la que habrá de formalizar cada operación y depositar o transferir, al recibir el pago correspondiente, el importe de la comisión de promoción comercial en la cuenta bancaria del integrante del EPC.
Los ingresos de los integrantes de los EPC serán determinados por ellos mismos al precisar el importe de la comisión de promoción comercial que deberá aplicarse en cada operación. De esta manera la Unidad Interdisciplinaria de Servicios Empresariales señalará el precio de cada producto, puesto en el lugar de residencia del EPC, al que deberá agregarse el importe de promoción comercial respectivo. La venta se facturará de manera directa por la Sociedad Cooperativa y será la Unidad Interdisciplinaria la que habrá de formalizar cada operación y depositar o transferir, al recibir el pago correspondiente, el importe de la comisión de promoción comercial en la cuenta bancaria del integrante del EPC.
Observatorios de Inteligencia y Promoción Comercial
Los connacionales podrían promover la construcción y operar los Observatorios de Inteligencia y Promoción Comercial en sus lugares de residencia, cuya principal misión será la de identificar los nichos de mercados más idóneos para la oferta del Complejo Productivo Binacional, sondear las reacciones de potenciales consumidores, recoger sus sugerencias y recomendaciones, evaluar la reacción del mercado ante la estrategia motivacional y retroalimentar de información de los nichos de mercado objetivo la Unidad Interdisciplinaria y a los Talleres Productivos. Por supuesto en los Observatorios se realizará también la venta directa de los productos del Complejo Productivo Binacional
Unidades de Promoción Comercial
Para impulsar con mayor amplitud y alcance la venta en los lugares de residencia de los productos elaborados en el proyecto piloto, los Equipos de Promoción Comercial promoverán entre los connacionales radicados en el exterior, la formación de Unidades de Promoción Comercial (UPC), en las que se podrá apoyar con un mero sentido de colaboración solidaria, o bien con un enfoque de negocio, a través de las siguientes acciones:
• Respaldo con enfoque voluntario y solidario
Sin percibir ingresos y con el único fin de apoyar a las productoras por razones de solidaridad de género, las mujeres de origen latino establecidas en el exterior podrán apoyar la acción de fomento de los EPC a través de las siguientes actividades, que podrían realizar en sus tiempos libres:
a) Proporcionar sugerencias y recomendaciones a las productoras para hacer modificaciones a sus productos con el fin de que tengan mayores oportunidades de comercialización en los mercados de sus lugares de residencia
b) Enviar a la Sociedad Cooperativa productos, ya sean nuevos o usados, que, en su opinión, podrían ser elaborados por las productoras del Complejo Productivo Binacional y tener buenas oportunidades de venta en los mercados de sus lugares de residencia.
c) Realizar en sus hogares pequeñas exposiciones de algunos productos seleccionados de las mujeres productoras e invitar a sus vecinas y amigas para que los conozcan, emitan sus opiniones y sugerencias y eventualmente realicen la compra correspondiente. (Deberá enviárseles información sobre las implicaciones sociales del proyecto y los significados culturales de los motivos de los productos, para facilitar su promoción comercial)
d) Ofrecer algunas horas de su tiempo para asistir los Equipos de Promoción Comercial en la participación en ferias y exposiciones, así como en presentaciones en edificios públicos, centros comerciales, clubes deportivos, etc., y promover ante los asistentes la transmisión de opiniones sobre los productos y sus recomendaciones sobre adecuaciones convenientes. Bastaría que las asistentes expresaran su opinión sobre las piezas que consideran más atractivas (Si estas opiniones pudieran video- grabarse tendrían una repercusión muy importante al presentarse los videos a las productoras, pues ello permitiría que fueran conociendo mejor el perfil de sus clientes potenciales e ir adecuando sus productos a los gustos que prevalecen en esos nichos de mercado)
e) Promover la venta directa de los productos entre los propios connacionales, pero también entre toda la población latina y de otros orígenes de su localidad.
f) Con base en el catálogo y en algunas muestras, podrían apoyar a los Equipos de Promoción Comercial promoviendo la venta de los productos de las productoras en “boutiques” y tiendas exclusivas de moda, de regalos y de expresiones de arte, de su respectiva localidad. Se trataría de levantar pedidos que serían surtidos directamente por la Sociedad Cooperativa con el apoyo de la Unidad Interdisciplinaria.
g) Adquirir productos del Complejo Productivo Binacional. (Podrían hacerse pedidos personales precisando el diseño de las prendas y el tipo de motivos y colores que desean se incluyan en las mismas)
• Respaldo con enfoque de negocio
Con un propósito expreso y legítimo de negocio, las mujeres de origen latino radicadas en el Condado, compartiendo comisiones, podrán apoyar la acción de fomento de los EPC a través de las siguientes actividades que podrían realizar en sus tiempos libres:
a) Adquirir productos del Complejo Productivo y comercializarlos posteriormente con un sobre-precio en sus localidades.
b) Seleccionar aquellos productos que más les satisfacen, adquirir las muestras correspondientes y dedicarse a promover su comercialización exclusiva actuando como promotoras de ventas del EPC en los condados de residencia.
c) Con base en los catálogos y las muestras correspondientes podrá promoverse la venta de productos en “boutiques”, y tiendas exclusivas de moda, de regalos y de expresiones de arte.
d) Sobre el precio base determinado por los EPC, las Unidades de Promoción Comercial determinarán, a su vez, un porcentaje de sobreprecio que corresponderá precisamente a su comisión de venta. La Sociedad Cooperativa facturará en forma directa al comprador a los precios que incluyan el importe de las comisiones de las UPC, las que serán transferidas directamente a las cuentas bancarias correspondientes.
e) Realizar en sus hogares pequeñas exposiciones de venta de productos seleccionados. También en este caso, los precios incluirán el importe de sus comisiones.
Fondos promocionales
Los connacionales participantes en el Proyecto a través de los EPC podrán también gestionar el apoyo de los paisanos para integrar fondos especiales de apoyo al Complejo Productivo Binacional, y administrar los recursos que se utilizarían para cubrir ciertas acciones de respaldo como las siguientes:
a) Investigaciones de mercado
b) Edición y distribución de material promocional en el idioma de los lugares de residencia.
c) Contratación de asesores que se trasladen temporalmente a las comunidades para proporcionar su asistencia técnica y contribuir al incremento de la capacidad competitiva del Complejo Productivo Binacional
d) Adquisición y envío de muestras, diseños, prototipos, herramentales e innovaciones tecnológicas, que permitan aumentar la capacidad de competencia de la oferta productiva
e) Organización de ferias y exposiciones en sus localidades de residencia para exhibir y comercializar los productos elaborados por las artesanas/os del Complejo Productivo Binacional
Red de Oficinas de Importación y Galerías de Arte Popular
De manera especial, se promoverá el establecimiento de una Red de Oficinas de Importación y, en su caso, de Galerías de Arte Popular Latinoamericano, con dos secciones: una de arte popular tradicional y otra de arte popular contemporáneo, en cuyo financiamiento, constitución y administración participen las productoras, a través de su Sociedad Cooperativa de Producción, las universitarias, por conducto de su Sociedad Cooperativa de Servicios Empresariales y, por supuesto, los propios connacionales en el exterior que participen en la iniciativa.
Se han señalado algunas propuestas de acción para fortalecer la vinculación con los connacionales en el exterior y para acceder a los nichos de mercado de sus poblaciones de residencia, pero el proyecto y en particular la Metodología IDEQ espera y promueve que los productoras, universitarias y jóvenes connacionales en el exterior que participen en la alianza estratégica de división del trabajo, asuman plenamente el desafío y aporten su talento, su creatividad y su esfuerzo para encontrar nuevas fórmulas y esquemas aún más innovadores para lograr de manera conjunta el objetivo de mejorar las condiciones de vida y las perspectivas de desarrollo personal de todos los participantes.








